¿Cuál es la problemática actual relacionada con los costes de los Sistemas de Protección Colectiva (SPC) provisionales en obra?

Aunque el sector de la construcción es el que tiene índices de siniestralidad más elevados, las medidas que se toman para reducirlo muchas veces no son suficientes porque suponen una partida más en el presupuesto que a simple vista supone un gasto añadido.

En primer lugar, existe una falta de correlación entre lo medido y presupuestado en los ESS y en los PSS, ya que las necesidades relacionadas con la prevención de riesgos laborales no sólo contempla los Sistemas de Protección Colectiva (SPC), sino que se deben tener en cuenta aspectos como los servicios de higiene y bienestar, la señalización o los equipos de protección individual.

En segundo lugar, los recursos destinados en el ESS y en el PSS no vienen especificados las necesidades reales de SPC de la obra y por lo tanto, se plantean como un sobrecoste y no como otro coste más habitual.

Por otro lado, el importe destinado para la prevención de la obra deja muy poco espacio a los SPC, reduciendo los recursos a cantidades irrisorias.

Para analizar los costes se debe poner un baremo en la obra, que será el coste real y que tiene que ver con un estudio del proyecto que se hace en paralelo, en vez de incluirlo después. De cara a futuro, este estudio se podrá trabajar con herramientas como BIM, que mediante las capas que se añaden, entre las que llegará a aparecer la seguridad, se crea el proyecto contando con la seguridad a la vez que se diseña.

Muchas veces estos recursos van destinados a otras partidas que nada tienen que ver, como medios auxiliares, comedores o lavabos, incluso para tapar otras partidas productivas de obra.

Debemos tener en cuenta que sus costes están directamente relacionados con los accidentes potenciales que puedan ocurrir, tanto en la ejecución como en el mantenimiento, y que abaratar su coste reduciendo su eficacia puede conllevar que al fin y al cabo, la obra se encarezca por motivos relacionados con la deficiencia en seguridad.

 

¿Cómo y dónde deberían definirse los costes de los Sistemas de Protección Colectiva (SPC) provisionales en obra?

Los SPC son otra de las necesidades reales del proyecto que deben formar parte de él desde el principio, no como complemento, sino como un elemento global e integrado.

Estos sistemas deberían definirse durante la fase de diseño del proyecto, es más, los proyectistas deberían trabajar en paralelo con especialistas en SPC que puedan identificar los riesgos y planificar la implantación de los mismos.

Actualmente son pocos los profesionales que tienen en cuenta los procesos de instalación de SPC cuando están diseñando el proyecto.

Los SPC deberían aparecer siempre bajo el amparo de una certificación y con las mediciones cuantificadas correctamente en el ESS.

En este ESS ya debería aparecer el presupuesto con un importe real y adecuado al proyecto realizado, no se deben aplicar ni porcentajes según el PEM ni estimaciones por m2 de forjados.

El precio real de los SPC debe ser la suma de todos los materiales necesarios para realizar la obra más la mano de obra de montaje, mantenimiento y desmontaje de estos SPC.

El plan de seguridad y salud es un documento que debe relacionarse directamente con los trabajos que se realizan en obra, al igual que la memoria general del proyecto.

 

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